
martes, 1 de septiembre de 2009
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El recóndito deseo del pensamiento y de su hermana rabiosa, la imagen, estaría en bosquejar el esqueleto de las cosas; también con este espacio, cuyos trazos buscan delimitar un camino personal de expresión escrita, visual y sonora. Así, como en la revista corpórea del que debe su nombre, al autor sólo le cabe invitaros a contemplar estos re – trazos, sus fragmentos incorpóreos que buscan un TÚ acequible, una dirección, un camino… en resumen, un desentierro permanente dentro de “nuestra madre de todos,
Todos en un momento determinado, o casi todos, somos terroristas en este mundo egoista que nos ha tocado vivir. Y el problema es que las religiones, la psicología, el cine, y todo el arte en general, cada día nos conducen a ser más individualistas, centrarnos más en nosotros mismos y por ende, a ser más egoistas.
ResponderEliminarQuién no ha agujereado o incluso matado el alma alguna vez de alguien que lo quería? quien no ha jugado y utilizado a personas como si fueran objetos o juguetes de usar mientras nos dan diversión y tirar cuando reclaman que los traten bien? Quien no regala animales y los saca de su entorno como si fueran un objeto, y luego cuando llevan responsabilidades los abandonan a su suerte sin reparo?
Ser terrorista, no solo significa matar cuerpos, ser mala persona no solo significa robar o matar cuerpos... aquellos que agujerean o matan almas dejando almas muertas en cuerpos con vida, son los peores terroristas que hay.. y por desgracia, la mayoría de personas son así. Ninguno son mejores que los que hay en las fotos. Los dos tipos de personas, los que matan cuerpos o los que matan almas son gentes sin escrúpulos, centrados solos en ellos mismos.
Sin embargo, Dios quisiera que tampoco hubiera gente que acabara con cuerpos, que no hubiera quien destrozara las almas de los familiares que lloran la ausencia de aquellos que un día fueron arrebatados en manos del odio, del rencor, de la poco cultura y humanidad de estos seres que matan sin ningún escrúpulo.